El robo
(Poesía erótica)Bese tu cuello,
buscando escondido
el gemido exacto.
Roce el lóbulo de tu oreja
con la punta delirante
de mi lengua tibia.
Respire mis ansias,
para que escucharas el llamado
de mi cuerpo a tus adentros.
Incite con el roce de mis manos
a tu piel callada,
a tus ansias dormidas,
a tu respiración entrecortada.
Para lentamente provocar tu humedad,
dilatando tu pecho
erectando tu femineidad...
Mis dedos precisos
rozaron el borde de tu blusa
tocando la sensibilidad despierta
de tus pechos receptivos.
Mi lengua,
resbalo en tu boca,
robando el instante preciso
en que pretendías morder,
mis labios hinchados.
Hice que sintieras deseo,
mientras tocaba tus caderas
con mi hombría dura,
con mi fulgor armado.
Y las manos se encargaron en silencio
de despojarnos de todo,
y la piel fue testigo de mis besos,
de mi boca caliente
de mi robo inherente
de ti toda completa.
Robe temblores a tus piernas abiertas,
arquee tu espalda
con mi lengua siniestra.
Hice que sintieras
mi calor viril,
mientras te tocaba,
en loco frenesí.
Y buscaste tenerme
en tu caldera hirviendo,
reteniendo mi cuerpo,
incitando el movimiento.
Y gemías el deseo
mientras mordías mi boca,
eras toda mía
era el robo perfecto.
Y esa noche fui ladrón,
fui ladrón de tu cuerpo
creador de tus orgasmos
promotor de lujurioso encuentro.
Convirtiéndote así también en ladrona
de mi amor y de mi canto
y robaste de mi
mi estallido, mi gemido, mi quebranto.
Hoy escapo de la ley,
de la ley de tus encantos,
aunque pienso entregarme,
para ser prisionero,
prisionero tuyo...
Y así como castigo
volverme esclavo,
esclavo...
de tu cuerpo santo.
Alejandro Urtubia ©
(El diablo de la poesía)
Todos los derechos reservados
y copyright a nombre de Alejandro Urtubia,
Texas, USA 2012
( 25 Diciembre 2012 )
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