Diabla

Diabla

Tu piel musitable suave

de curvas y roces, rincones cóncavos,

antojo que envenena suave y caliente,

tu cabello que provoca ardor en mis labios,

tu aroma,

seductor anzuelo ardiente.

Diabla...

Deseo sensual sobre tacones,

amor apasionado de obscuros rincones,

de besos, caricias, mordidas,

de lujuria prendida

fuego infatigable,

que hacen de mi

amante seducido, hombre domable.

Vomita sobre mi la locura,

que las sombras envuelvan nuestro deseo,

de amarnos en brasas, sudor, y jadeo,

sintiéndonos uno en ardor sin cordura.

Ven abrázame, hazme tuyo,

haz de ti mi cuerpo, mi boca, mi carne,

que deseo entregarte

mi espalda para que entierres tus uñas,

y ser dócil,

a tus labios fervientes

a tus besos carnosos.

Diabla toma y domina

el movimiento del viento

que nos rodea caliente,

del gemido hiriente,

que llega a tu oído

sintiéndome amarte

en ardor y latido,

yo simple

diablo encendido.

Alejandro Urtubia ©

(El diablo de la poesía)

Todos los derechos reservados

y copyright a nombre de Alejandro Urtubia,

Texas, USA 2013

(03 Marzo 2013)