Serenidad ansiosa
Cuando el aire que nos rodea
toma esa quietud misteriosa,
cuando un beso rompe esa quietud,
quiebra la serenidad ansiosa...
Es que nace el deseo...
Que por nuestras pieles aflora,
emerge como pujando vida,
de querer tocar tu piel tibia,
en la necesidad de poseerte toda.
Es un instinto rebelde,
es deseos de piel y besos,
son caricias frondosas, furtivas
de esas que nos erizan, nos descontrolan,
nos vuelven cautivos,
entre cabellos, sudor y gemidos.
Es consumir la miel
de mil besos pequeños repartidos por la piel,
es sentir, es rozar el ser,
de tal forma que la sangre arda,
motivando la lujuria,
el deseo, y el placer.
Eso provocas tu en mi,
eso provoco yo en ti,
somos flamas de amor y cordura,
somos besos, deseo carnal y lujuria
y no solo en nuestra cama,
sino en un mundo que es todo nuestro
un mundo sin día,
un mundo sin noche,
un mundo sin fin.
Alejandro Urtubia ©
(El diablo de la poesía)
Todos los derechos reservados y copyright a nombre de Alejandro Urtubia,
Texas, USA 2012
( 07 Julio 2012 )
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