Aneurisma cerebral
Calle ausente de sol
iluminada solo de un recuerdo,
caminando quizás hacia donde,
solo encontrándome con gente
ya ausente de mi vida
o quien sabe?
Quizás inexistente...
Solo se que están ahí,
y que las conozco
voy saludándolas
ya que han pasado muchos años,
sus hijos grandes como el mio
que presento orgulloso,
en saludos cordiales llenos de sentimiento
y de curiosidad acumulada.
Hasta que rompe el llanto.
Y va el viciado hombre destilando
como gas verde,
semejante a humo denso,
su esencia de muerte
y va dejando aneurismas cerebrales
como plaga nueva
semejante a gripe,
matando a la gente.
Y todos nos miramos a los ojos
unos a otros asustados
de la irreverente realidad
espantados de miedo,
sin saber que hacer
y hacia donde correr,
luego de oler el nauseabundo gas.
Mi hijo habla y sueña
y sus monedas antiguas de 5 pesos
doradas reluciente como monedas nuevas,
ausentes de toda la realidad ,
solo sueñan entre sus manos,
jugando con ellas así como yo jugué un día
en el cemento gris y frío
de la ciudad que solo ve pasar los años,
y la gente que solo ve crecer sus hijos.
Gente que no veía desde hace tiempo,
esta mas pequeña y vieja,
yo en cambio voy radiante,
en bruma de desigualdad,
dejando mi esencia cual gas denso,
entregando prosperidad.
Alejandro Urtubia ©
(El diablo de la poesía)
Todos los derechos reservados y copyright a nombre de Alejandro Urtubia,
Texas, USA 2012
( 28 junio 2012 )
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