Vórtice
El el vórtice de tu oído estoy,
donde las amapolas te dicen mentiras
y las mariposas susurran caricias
que vuelan desde mi boca,
hasta tu centro azul.
Son caricias tibias,
así como rozando el alma con una seda
seda cremosa de alas anchas,
mas anchas que un insomnio fraudulento,
anchas como un abrazo de invierno,
así como mi amor,
así como mi calor y mi cuerpo entero.
Es el vórtice sublime de un abismo,
que me lleva a sensaciones inimaginables,
que tuercen un corazón dormido,
por arrebatos de amor confundidos,
y cambios de humor mal entendidos.
Caída estrepitosa al sentimiento conjugado,
entre dos seres desnudos y amarrados,
por besos y abrazos que anudan la piel,
y funden el alma
en gesticulaciones de sexo apasionado.
Alejandro Urtubia ©
(El diablo de la poesía)
Todos los derechos reservados y copyright a nombre de Alejandro Urtubia,
Texas, USA 2012
( 20 mayo 2012 )
El el vórtice de tu oído estoy,
donde las amapolas te dicen mentiras
y las mariposas susurran caricias
que vuelan desde mi boca,
hasta tu centro azul.
Son caricias tibias,
así como rozando el alma con una seda
seda cremosa de alas anchas,
mas anchas que un insomnio fraudulento,
anchas como un abrazo de invierno,
así como mi amor,
así como mi calor y mi cuerpo entero.
Es el vórtice sublime de un abismo,
que me lleva a sensaciones inimaginables,
que tuercen un corazón dormido,
por arrebatos de amor confundidos,
y cambios de humor mal entendidos.
Caída estrepitosa al sentimiento conjugado,
entre dos seres desnudos y amarrados,
por besos y abrazos que anudan la piel,
y funden el alma
en gesticulaciones de sexo apasionado.
Alejandro Urtubia ©
(El diablo de la poesía)
Todos los derechos reservados y copyright a nombre de Alejandro Urtubia,
Texas, USA 2012
( 20 mayo 2012 )
No hay comentarios.
Publicar un comentario